
Bienvenidos al Norte supuso un taquillazo en Francia y, aunque pierde algo en su traslación a España, no deja de ser una película de humor directo, elemental y sencillo con indudable encanto.
Dicen que habría que imaginarse a los ch'tis como una mezcla entre asturianos y leperos. Aunque tampoco es eso.
Un empleado de Correos, en busca de mejor destino, hace trampas. Le descubren y le mandan donde nadie quiere ir: al norte. Allí donde siempre llueve, hace frío, la gente es primaria y no hay quien les entienda por su cerrado acento. Pero resulta que el hombre empieza a pasárselo bien. Quizá demasiado bien.
Las carcajadas están garantizadas para cualquiera que busque pasar al rato.
Pero que nadie crea que todo el monte es orégano: ya nos pondremos serios.
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